Inducción Miofascial
La fascia es un tejido conectivo que envuelve los músculos, huesos y articulaciones, vísceras y estructuras nerviosas y vasculares, protegiendo y manteniendo la estructura del cuerpo unido, dándole la forma que tiene. Al mismo tiempo que separa un compartimento para cada estructura, los une entre sí de forma que todas las fascias del cuerpo están unidas en una «red ininterrumpida». Utilizando una analogía sí a un limón o naranja le quitamos la pulpa, queda un esqueleto de cáscara, un tejido similar a la fascia en el cuerpo humano, que al igual que un limón divide esas cavidades en forma de triángulo.
Este tejido tiene un gran contenido en colágeno que puede sufrir acortamiento y endurecimiento (y con él la estructura en la que está integrado) cuando determinadas fuerzas actúan sobre él, la acción de estos “traumatismos” producen restricciones en la movilidad de las fascias que desembocan en alteración de la función y consecuente aparición de dolor.