La lumbalgia recurrente que casi todos hemos experimentado, ese ligero punzamiento en la zona lumbar en algún momento, si. Quizás al salir mal de la cama por las mañanas, otras veces después de alzar la bolsa de compras muy pesada, o sin causa aparente, a veces. Para muchísimos, esto se cura en pocos días. Sin embargo, para no poca gente, ese malestar persiste… o, peor, vuelve sin cesar. Hablamos de la lumbalgia reincidente, un fastidio que agobia a montones en España, esto, dista mucho de ser un “simple dolor de espalda”, logrando hasta arruinar la rutina diaria, el trabajo y el estado anímico.

Pero ¿a que se debe el regreso del dolor?
La lumbalgia persistente casi nunca es por una sola lesión, sino por un montón de cosas, que, si no se miran con cuidado, repiten el ciclo de dolor.
Factores como un core débil o sea músculos abdominales y espalda profunda la rigidez en lumbares y glúteos además de mala postura o estrés prolongado e incluso mucho sedentarismo pueden facilitar ese «bloqueo» corporal recurrente.

Mucha gente opta por descanso total o pastillas cuando les duele. Pues aunque calmen a corto plazo no solucionan el asunto. Así que, cuando se pasa el dolor todo retorna a la normalidad… hasta la próxima.

Es aquí donde la fisioterapia juega su rol: no como cura rápida, sino como estrategia completa para desarmar ese ciclo.

Más allá del masaje, la fisioterapia reconstruye el cuerpo
La fisio moderna va más allá de solo calmar con técnicas manuales valiosas aun en casos agudos. Ahora, se enfoca en enseñar, prevenir y personalizar. Un buen fisio no solo «compone» la espalda, también ayuda al paciente a conocer su cuerpo, reconocer desbalances y corregirlos.
Un pilar clave, el trabajo en el control motor. Hay que reeducar al cuerpo para, que los músculos estabilizadores de la columna, tipo el transverso del abdomen o los multifidus, se activen bien al moverse a diario. Muchos con lumbalgia crónica, o que va y viene, han perdido la capacidad inconsciente de estabilizar, lo que fuerza estructuras como las articulaciones facetarias o discos intervertebrales.

También se hace un plan de ejercicios, que aumenta poco a poco y es para cada uno: movilizaciones leves en la fase aguda, y después ejercicios de fuerza y coordinación para mantenerse. No son sentadillas con mucho peso, tampoco estiramientos de YouTube, es una rutina bien pensada para reconstruir la columna.

El papel del paciente: es lo mas importante de su recuperación.
Tal vez, algo transformador de la fisioterapia, es hacer al paciente, un protagonista activo. Ya no se espera a que “se quite el dolor”, se aprende a manejarlo. Se enseña a levantar cosas, sin forzar la espalda, sentarse bien, activar la musculatura adecuada.
Y, primordialmente, la paciencia es entrenada, pues recobrar el control de la espalda requiere tiempo, consistencia y dedicación.

En clínicas de fisioterapia en Madrid, digamos, es creciente complementar el tratamiento con formación sobre posturas, gestión del estrés -cierto, el estrés tensa músculos y puede provocar bloqueos- y, en ocasiones, con técnicas de autocuidado que el paciente usará en casa. La meta no es depender del fisioterapeuta eternamente, si no dar poder al paciente con herramientas.

¿Y qué pasa si ya pasé por esto varias veces?

Si experimentaste tres, cuatro o mas crisis de lumbalgia en años recientes, esto indica que algo no se solucionó del todo. No es «tener mala espalda» ni resignarse al dolor. La evidencia científica lo demuestra: los programas bien estructurados de fisioterapia minimizan de forma notable la frecuencia y severidad de los episodios repetidos. Y, incluso, muchas veces, ¡los erradican totalmente!

Esencial, no normalizar el dolor.
Cada vuelta siempre deja una señal en el sistema nervioso: sensibiliza el área, trastoca los patrones de movimiento e inclusive, podría establecer una “memoria del dolor” facilitando su reactivación. Por eso, actuar pronto, y con el método correcto es importante.

Conclusión:
La implementación de un programa de ejercicios adecuado y la atención a la postura son fundamentales para el mantenimiento de una columna saludable. La prevención de lesiones y la mejora de la funcionalidad diaria dependen en gran medida de estos hábitos. Además, la fisioterapia desempeña un papel esencial en la rehabilitación y en la educación del paciente sobre el cuidado de su espalda. Invertir en estas prácticas no solo promueve el bienestar físico, sino que también favorece una vida activa y plena. la espalda no es delicada, pero sí necesita entrenamiento. Nuestra columna vertebral no es como un cristal que se quiebra al hacer un movimiento erróneo. Es una estructura fuerte, pensada para moverse, transportar cosas, girar y amoldarse. Aunque, como cualquier parte del cuerpo, demanda cuidado, balance y entendimiento. La fisioterapia no solo sirve cuando hay dolor: es una inversión en movilidad, independencia, y buena calidad de vida.

Si el dolor de espalda retorna frecuentemente, puede que ya sea hora de consultar un fisioterapeuta. No para ocultar la molestia, sino para comprenderla, transformarla… y, con suerte, decirle adiós permanentemente.

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Sobre nosotros

Nuestra clínica de Fisioterapia Juan Bravo 75, barrio de Salamanca, está diseñada y dirigida exclusivamente por fisioterapeutas titulados, universitarios y colegiados, con amplia experiencia y en constante formación en todas las técnicas y tratamientos, por lo que garantizamos unos resultados excelentes en todas nuestros tratamientos.

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